Colabora con SOS OCEANOS

¿Cómo puedes ayudar a SOS OCEANOS?
Hazte socio de la organización SOS OCEANOS o realiza una donación, de esta forma nos estás ayudando a seguir defendiendo y protegiendo los Mares y Océanos.
Puedes ponerte en contacto en info@sos-oceanos.org

Organización sin ánimo de lucro SOS OCEANOS número registro nacional 533963, NIF G76050137.

10/27/2011

MASACRE DE TIBURONES EN EL SANTUARIO DE LA ISLA DE MALPELO, COLOMBIA

                                                      IMAGEN: UICN



Ver mapa más grande

Las autoridades ambientales de Colombia han informado de una masacre de tiburón en el Santuario de Malpelo, en aguas del Pacífico de Colombia. Cerca de 2.000 tiburones martillo, de Galápagos y tiburones sedosos pueden haber sido asesinados por sus aletas a manos de pescadores ilegales.
Un equipo de buzos que estaban estudiando los tiburones de la región avisaron a las autoridades sobre el asesinato en masa de estos animales en la reserva natural de la isla de Malpelo, a unos 500 kilómetros del continente. Los submarinistas avisaron sobre la presencia de un gran número de barcos de pesca ilegales presentes en la zona.
Además, durante la inmersión los submarinistas empezaron a encontrar un gran número de animales sin las aletas y sin vida. Según un calculo promedio realizado por las autoridades ambientales, cada barco ilegal puede haber masacrado 200 tiburones por cabeza, lo que supone cerca de 2.000 tiburones que han perdido la vida por la practica del 'finning'.
El santuario de la isla de Malpelo, declarado Patrimonio Mundial en 2006 por la Unesco, abarca 8.570 kilometros cuadrados del medio ambiente marino que proporciona un hábitat para especies marinas amenazadas, como es el caso de los tiburones. Los científicos han contabilizado más de 200 bancos de tiburón martillo (Sphyrna mokarran) y hasta 1.000 tiburones sedosos (Carcharhinus falciformis) que moran en esta reserva, una de las pocas áreas del mundo donde se ha confirmado la presencia del tiburón llamado 'monstruo de Malpelo' (Odontaspis ferox).
Esta zona presenta poca vigilancia, hecho que han aprovechado los furtivos para realizar este desastre ambiental.
Desde el Gobierno colombiano se condena enérgicamente el cercenamiento de las aletas de tiburón y estudian nuevas medidas para condenar estas practica.

Fuente: prensa digital