Colabora con SOS OCEANOS

¿Cómo puedes ayudar a SOS OCEANOS?
Hazte socio de la organización SOS OCEANOS o realiza una donación, de esta forma nos estás ayudando a seguir defendiendo y protegiendo los Mares y Océanos.
Puedes ponerte en contacto en info@sos-oceanos.org

Organización sin ánimo de lucro SOS OCEANOS número registro nacional 533963, NIF G76050137.

5/21/2014

Descubren cementerio de tiburones en el Atlántico

 Figure 2 Still images showing each of the observed carcasses.
Still images showing each of the observed carcasses.
A Whale shark (Rhincodon typus); B Mobulid carcass 1; C Mobulid carcass 2; D Mobulid Carcass 3. Images have been enhanced. Originals and details of enhancements are available in Figure S1.
doi:10.1371/journal.pone.0096016.g002
  
El descubrimiento de un "cementerio" en lo profundo del océano puede ayudar a que se comprenda el destino de los gigantes marinos muertos.
Las imágenes grabadas por la industria que busca gas y petróleo muestran los cadáveres de cuatro grandes criaturas en una pequeña área de lecho marino en aguas de Angola.
Alrededor de los restos de un tiburón ballena y tres rayas, se arremolinan los carroñeros en busca de la bonaza alimenticia.
"Se han hecho muchas investigaciones sobre muertes de ballenas, pero nunca hemos encontrado realmente ningún otro gran animal en el lecho marino", dijo Nick Higgs, investigador del Instituto Marino de la Universidad de Plymouth, en Reino Unido, y principal autor del estudio que publica la revista científica Plos One, de la Academia de Ciencias de EE.UU.


Las criaturas muertas fueron filmadas por robots submarinos que exploraban el lecho marino.
Los cadáveres de ballenas albergan ecosistemas complejos: primero atraen a carroñeros como los tiburones, luego oportunistas pequeños como cangrejos y criaturas parecidas a camarones llamadas anfípodos.
Los osedax –o gusanos zombis– se alimentan de los huesos y una bacteria se especializa en procesar las grasas.
Pero con estas imágenes los científicos han podido comparar cómo se desarrolla el frenesí alimenticio alrededor del cadáver de otros grandes animales.
El video fue grabado por vehículos operados a distancia (ROV, por sus siglas en inglés) que estaban examinando el suelo marino cerca de Angola para la exploración industrial.

Fueron halladas entre 2008 y 2010 en un área de un kilómetro cuadrado y se estima que llevaban muertas entre uno y dos meses.

Los investigadores encontraron principalmente peces carroñeros: hasta 50 alrededor de cada cuerpo.
"Hallamos tres o cuatro tipos diferentes, pero los realmente dominantes eran los viruelas. Estos normalmente se ubican cercan del cadáver y esperan que lleguen los carroñeros más pequeños –anfípodos- y entonces se los comen", dijo Higgs.
"Había montones de estos peces alrededor de los cadáveres: parecían estar vigilándolos".
Pero el equipo no encontró otros animales, como los gusanos comedores de hueso, acechando cerca de las rayas y el tiburón ballena.


"La ausencia de evidencia no es evidencia de la ausencia… Pero el ecosistema parece diferente de los de las ballenas muertas", explicó Higgs.

Los científicos saben con certeza por qué, dado lo escasos que son este tipo de avistamientos, estos cuatro animales estaban todos juntos en un área pequeña.
"Hay un montón de estos animales viviendo en aguas superficiales, y a través de la mortalidad natural, habrá una abundancia creciente de animales muertos en el lecho marino".
"La razón de que los hayamos encontrado podría ser este trabajo de exploración industrial. Hay muy pocos lugares tan intensamente examinados como estas áreas", sugirió el experto.
Los investigadores estiman que los cadáveres de grandes animales podrían proveer alrededor del 4% del total de alimento que llega al fondo del mar en esta área.
"Estos grandes cadáveres pueden ser bastante comunes y dar sustento a muchos peces en términos de la cantidad de alimento que llega allí abajo. Puede haber fácilmente lo suficiente como para sostener poblaciones de peces".

Fuente: BBC

Artículo científico 

Fish Food in the Deep Sea: Revisiting the Role of Large Food-Falls