Colabora con SOS OCEANOS

¿Cómo puedes ayudar a SOS OCEANOS?
Hazte socio de la organización SOS OCEANOS o realiza una donación, de esta forma nos estás ayudando a seguir defendiendo y protegiendo los Mares y Océanos.
Puedes ponerte en contacto en info@sos-oceanos.org

Organización sin ánimo de lucro SOS OCEANOS número registro nacional 533963, NIF G76050137.

9/30/2022

Desastre medioambiental en el Mar Báltico

Los oleoductos Nord Stream atraviesan el Mar Báltico hasta Alemania desde Rusia, y son las principales fuentes de gas para Europa.

Se han detectado hasta la fecha cuatro fugas: dos de ellas en la zona económica exclusiva de Suecia y dos en la zona económica de Dinamarca.
Estas fugas miden hasta 900 metros de diámetro y han creado una zona burbujeante de gas metano, la mayor registrada de la historia. Estas piscinas humeantes
en pleno mar Báltico amenaza con desencadenar un desastre medioambiental.

El mayor problema de todos es que las tuberías contienen un gas comprimido que ya se expande rápidamente y se diluye en el océano, liberándose gran parte de este a la atmósfera.

El gobierno danés estimó que había en los dos oleoductos 778 millones de metros cúbicos de metano, unas 400.000 toneladas.
El metano es el gas de efecto invernadero más poderoso que existe: tiene un poder para retener los rayos del sol 82,5 veces mayor del dióxido de carbono.
La Agencia Federal del Medio Ambiente (UBA) de Alemania ha advertido del daño medioambiental que supondrán estas fugas. A causa de las roturas, el gas ha escapado y los niveles de presión del tubo bajan inminentemente a cero hasta que se vacíe del todo. Se estima que ya se han vertido 115.000 toneladas de metano, un potente gas de efecto invernadero 84 veces más contaminante que el dióxido de carbono.Una tonelada de metano provoca un calentamiento igual al de 25 toneladas de CO2, por un periodo calculado de 100 años.
Cuando el gas se expande provoca burbujas y se genera hasta cristal, un fenómeno conocido como "chapapote invisible".
Las fugas provocarán emisiones tóxicas por el equivalente de 7,5 millones de toneladas de CO2, según un comunicado emitido ayer por la Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA) y basado en estimaciones sobre el volumen de gas acumulado en esas tuberías.

El acceso a la zona  donde se han detectado las fugas, para evaluar los daños sólo es posible después  de que se haya detenido el escape.