El pingüino adelaida (Pygoscelis adeliae) Wikipedia
Investigadores japoneses sostienen que los pingüinos Adelie de la Antártida (Pygoscelis adeliae) son grandes cazadores y muy eficientes, porque capturan a sus presas por sorpresa. "Se podría decir que los pingüinos tienen un modo sigiloso increíble", señala Yuuki Watanabe, un investigador en el Instituto Nacional Japonés de Investigación Polar. "Son excelentes para acercarse sigilosamente a la presa y capturarla sin que ésta se dé cuenta." Esta semana, Watanabe mostró imágenes obtenidas en diciembre de 2010, en las que se ve a un pingüino cazando peces y krill. La película fue filmada con pequeñas cámaras -"cámaras de pingüinos"- atadas a las espaldas de los 15 pingüinos, que se conectan automáticamente cuando un pingüino entra en el agua y entonces graban durante 90 minutos, según la agencia Reuters. Si bien la alimentación es la actividad más básica de los animales, los detalles del comportamiento referido a su alimentación, en especial en animales marinos como los pingüinos, sigue siendo en gran medida un misterio, informó la BBC. "El krill mueve su cuerpo alrededor, hace evidentes intentos de nadar a toda velocidad para escapar", detalla Watanabe. "Esto no hace la más mínima diferencia para los pingüinos. Ellos engullen los krill que están tratando de escapar y se los tragan enteros." Los datos regidos ofrecen una mirada de los patrones alimentarios de estos pingüinos y proporcionan a los investigadores una manera de estudiar los hábitos de otros pingüinos. Los resultados fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (Actas de la Academia Nacional de Ciencias).
Además de las cámaras, el equipo de investigadores utilizó dos acelerómetros atados a cada pájaro, que medían los movimientos de sus cabezas y cuerpos para calcular qué tan rápido se comían los pescados y el krill. "En realidad, nosotros no sabíamos si los pingüinos capturaban los krill uno por uno. Yo pensaba que quizás acababan en sus estómagos cuando iban detrás de algunas otras presas", dijo Watanabe. "Cuando vimos las imágenes, resultó que los pingüinos estaban haciendo precisamente eso: comían estas diminutas criaturas una detrás de la otra", continuó. El grupo también descubrió que en lugar de nadar según patrones aleatorios, los pingüinos se mantenían haciendo equilibrio sobre el borde del hielo hasta que una nube espesa de peces o krill se acercaba, y sólo entonces se zambullían al agua para cazar. Según las imágenes, la tasa de matanza de krill fue rápida y eficiente: permitió a los pingüinos consumir un promedio de dos ejemplares de krill por segundo cuando estos animales eran atacados mientras se desplazaban en densos grupos, un ritmo mucho más rápido de lo normal en condiciones de caza. "No se observó ningún intento fallido de captura de una presa en ninguna de las aves", escribió el equipo. El plan de Watanabe ahora es repetir el experimento con tiburones.
Fuente: fis.com
Distribución Pygoscelis adeliae- Wikipedia.