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2/19/2025

Más de 150 ballenas quedan varadas en una remota playa de Australia

                                                                     TED ALJIBE/AFP

Más de 150 ballenas, (parecen ser falsas orcas u orcas negras) han quedado varadas en una playa remota del estado insular australiano de Tasmania, según informaron las autoridades locales. Este incidente se ha producido cerca del río Arthur, en la costa noroeste de la isla. Un comunicado del Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tasmania indica que, de las 157 ballenas varadas, 136 aparentan seguir con vida. Equipos de expertos marinos, entre ellos veterinarios, se han desplazado al lugar para evaluar la situación y determinar las posibles acciones a seguir.


                                                                                             AP

La respuesta a este desafortunado suceso se ve complicada por la inaccesibilidad de la playa y las difíciles condiciones oceánicas. Además, el transporte de equipos especializados a la zona remota representa un desafío considerable. Por el momento, las autoridades no han solicitado la ayuda del público para llevar a cabo el rescate de las ballenas. La residente local Jocelyn Flint, quien descubrió a los cetáceos varados mientras pescaba, ha expresado su preocupación por la situación, señalando que la magnitud de los animales dificulta cualquier intento de reflotamiento.

Este tipo de varamientos no son inusuales en Tasmania. En 2022, se registró el varamiento de 230 ballenas piloto en el puerto de Macquarie, y en 2020, el mayor varamiento en la historia de Australia tuvo lugar en el mismo puerto, con 470 ballenas piloto de aleta larga encalladas en bancos de arena. Las razones que conducen a estos varamientos son aún inciertas; se sugiere que podrían estar relacionadas con la desorientación provocada por ruidos fuertes, enfermedades, edad avanzada, lesiones, huida de depredadores o condiciones meteorológicas adversas.

Las ballenas son una especie protegida en Tasmania, incluso después de su muerte, y alterar un cadáver es un delito.

 

12/19/2024

Ola de calor mata a millones de aves marinas en Alaska


El arao común es parecido al pingüino / ebird

Una ola de calor marina conocida como «la Mancha» (The Blob) ha provocado la muerte masiva de 4 millones de aves marinas y la población aún no se ha recuperado. Es el mayor desastre ambiental registrado en aves y resalta los devastadores efectos del cambio climático en los ecosistemas marinos.
El arao común, un ave marina de color blanco y negro, cuyo hábitat son las gélidas aguas del norte, sufrió una drástica caída de su población en Alaska en la última década, a causa del cambio climático.

De acuerdo con un estudio publicado por la revista Science, una ola de calor marítima inédita, ocurrida en el Pacífico norte entre 2014 y 2016, mató a 4 millones de ejemplares de esta especie, casi la mitad de su población en Alaska.

Desde entonces, las poblaciones de arao común, a menudo confundidos con pingüinos, apenas han mostrado pequeños signos de recuperación, lo que sugiere cambios a largo plazo en su red de alimentación, así como un nuevo equilibrio del ecosistema.

“Se habla mucho del declive de especies en relación con los cambios de temperatura, pero en este caso no se trata de un resultado a largo plazo”, explicó Heather Renner, bióloga de una reserva natural en Alaska y coautora del estudio.

Para Heather Renner, este evento se trata del mayor hecho documentado de mortalidad de fauna salvaje en la era moderna. 
Estos resultados sirven como “alarma”, explicó la investigadora, quien recuerda que el calentamiento global, debido a la actividad humana, hace más frecuentes las olas de calor, las cuales ahora son más intensas y prolongadas.

Aves muertas en la costa 
Con apenas unos 40 centímetros de alto, los araos comunes, también conocidos como “pingüinos del norte”, son aves robustas porque sus finas alas les permiten recorrer grandes distancias para encontrar alimento y también por su capacidad para bucear.

Cabe destacar que ni su resistencia como aves marinas pudo evitar una catástrofe medioambiental sin precedentes. La ola de calor que se prolongó por dos años en el noreste del océano Pacífico, de California hasta Alaska, afectó fuertemente a esta especie.
Durante este periodo, unas 62 mil aves demacradas, agonizantes o muertas, fueron encontradas a lo largo de miles de kilómetros de la costa en el Pacífico de Norteamérica.

La causa, según los expertos, ha sido una reducción de la calidad del fitoplancton relacionada con la ola de calor. Ello afectó a especies de peces como los arenques y las sardinas, alimento de los araos.

Al mismo tiempo, las aguas más cálidas aumentaron las necesidades energéticas de grandes peces que entraron a competir con los araos por las mismas presas.

“Sabíamos entonces que se trataba de un gran problema, pero desafortunadamente no podíamos cuantificar los efectos”, recordó Heather Renner.

Las primeras estimaciones daban cuenta de alrededor de un millón de aves muertas, pero los análisis revelaron que la mortalidad fue cuatro veces mayor. “Esto es mucho peor de lo que pensábamos”, reconoció Renner.

Estudio  científico:
Catastrophic and persistent loss of common murres after a marine heatwave
https://www.science.org/doi/10.1126/science.adq4330