Hace unos días
apareció publicado un estudio en la revista científica Conservation Genetics, donde se evaluó el grado de diversidad genética en una especie de delfín que habita las aguas de Magallanes.
Es una de las especies de delfines más pequeñas del mundo y habita en sólo tres lugareres del mundo: las islas Keguelen, en el Océano Indico, el sur de Argentina y el extremo austral de Chile. La tonina overa se caracteriza por su color blanco y negro y su pequeño tamaño que fluctúa entre los 130 y 140 cm.
Una especie única que está amenazada. Así lo indica el estudio genético en el que participaron investigadores del Centro de Estudios del Cuaternario (Cequa), en el marco de un acuerdo de colaboración entre la Fundación Cequa y la Fundación R. Natalie P. Goodall de Ushuaia, Argentina.
Su principal conclusión: existe una muy baja diversidad genética entre los individuos de esta especie, lo que, según Carlos Olavarría, biólogo marino del Cequa, da cuenta de una reducción en su población. "Se ha visto que cuando ha habido reducciones considerables en el tamaño de las poblaciones, ésta trae consigo una baja en la diversidad genética", explica el investigador.
Según las estimaciones realizadas en 1984 en el Estrecho de Magallanes, su población alcanzaba los 3.211 ejemplares. Sólo 10 años después, el registro cayó a sólo 718 individuos y hoy serían menos. Aunque los científicos no cuentan con datos para estimar exactamente cuántos individuos hay actualmente, su escasa diversidad genética es similar a la del delfín de Héctor, cuya población ha declinado un 50% en los últimos 40 años.
En la década de 1980, la tonina overa especie fue cazada y utilizada como carnada en la industria de la centolla, lo que mermó fuertemente su población. Además, debido a su belleza varios ejemplares fueron capturados y usados en espectáculos de acuarios.
En la actualidad, muchos ejemplares han sido encontrados muertos, enredados en las mallas que los pescadores instalan para cazar peces pequeños. Esta reducción de la población lleva a las toninas a reproducirse entre ejemplares emparentados, lo que genera una pérdida de la diversidad genética y pone en riesgo la supervivencia de la especie. Por un lado, la reproducción entre toninas emparentadas aumenta el riesgo de que su descendencia sufra alteraciones genéticas que comprometan su vida. Y la baja diversidad genética reduce su capacidad de adaptarse a los cambios de su entorno.
Si bien la mayor parte de la población chilena de toninas overas se halla en el Estrecho, los expertos también encontraron grupos aislados en el seno Almirantazgo y en el canal Fitz Roy. Esto sugiere que hace unas décadas la tonina overa ocupó un hábitat mucho más amplio que el actual.
La reducción en su población pone en riesgo su supervivencia. Lanzamos un SOS a favor de" las toninas overas" para que no terminen desapareciendo de los océanos;los acuarios hacen su "particular Agosto" pagando precios exhorbitados por una tonina, debido a su pequeño tamaño,su gran belleza y simpatía.
Fuente: Conservation Genetics,
http://www.sos-oceanos.org/