Thor Heyerdahl , explorador noruego, biólogo marino con especial interés en antropología,escritor,investigador... nacido el 6 de octubre de 1914, navegó en balsa en 1947,más de ocho mil kilómetros por el Océano Pacífico, para demostrar la gran posibilidad de que grupos sudamericanos lo habían cruzado con ese tipo de naves.
Y es que Heyerdahl estaba convencido de que frutas como la papaya, piña y el algodón, entre otros, habían llegado a la Polinesia, desde América del Sur.
De ello da cuenta el Museo Kon-Tiki, en Oslo, Noruega, donde se puede admirar una balsa original de esas tribus que exploraron esas latitudes; así como la embarcación de papiro Ra II con la que Heyerdahl probó que era posible cruzar un océano en navíos hechos de juncos.
De la expedición Tigris sólo queda un modelo a escala de la nave, pero orgullosamente se ve colgada una bandera mexicana, dado que uno de los miembros de la tripulación era de este país.
En esa ocasión, en 1977, se pudo comprobar que el mar pudo haber sido el medio de contacto entre los países que rodean el Océano Indico. En esa travesía navegaron más de seis mil 800 kilómetros.
El proyecto principal de Heyerdahl fue demostrar que los grandes océanos del mundo habían sido utilizados como medios de comunicación por la gente, mucho antes de que Cristóbal Colón descubriera América. También dio a conocer sus descubrimientos en la Isla de Pascua.
Thor Heyerdahl fue un amante entusiasta de la naturaleza, un renombrado explorador y arqueólogo noruego, autor de la teoría de los orígenes de la raza y cultura polinesias, que será recordado este 6 de octubre, en que habría cumplido 96 años.
Nacido en Larvik, Noruega, desde su infancia Thor manifestó un peculiar respeto y amor a la naturaleza, que su madre inspiró y alentó, para que luego él se cultivara en la zoología y las ciencias naturales.
Cuentan los estudiosos de su obra que ese interés lo llevó a matricularse en la prestigiada Universidad de Oslo, donde se especializó en Zoología y Geografía.
En 1937, el teórico investigador hizo su primera expedición a la Polinesia, donde junto con su esposa fue adoptado por Teriieroo, jefe de la Isla de Tahití.
Después de estudiar la vida y costumbres polinesias, los Heyerdahl se establecieron un año en la isla de Fatuhiva, la cual pertenece al grupo de las Islas Marquesas.
Ahí, Thor se dedicó a la investigación sobre los orígenes transoceánicos de los animales de la isla y las tradiciones de la vida polinesia. Es en este período que el arqueólogo se entera de leyendas sobre hombres que llegaron del Pacífico Sur y América a las islas en las que se encontraba.
Comenzó entonces un profundo análisis y estudio de las corrientes marinas y vientos reinantes de la zona, lo que lo llevó a cuestionar la teoría clásica sobre poblamiento de la Polinesia por parte de los hombres sudasiáticos.
La teoría contaba que las poblaciones navegaron más de 50 millas en contra de las corrientes, una hazaña poco probable pensó el arqueólogo, y se convenció de que la gente había venido del Este, tal como lo hicieron la fauna y la flora.
Después, el zoólogo se involucró en una intensa investigación que pretendía probar su meticulosa búsqueda de los orígenes de la raza y cultura de los polinesios.
La suposición sugería que la migración de los humanos a la Polinesia había seguido la corriente natural del Pacífico Norte, lo cual llevó su búsqueda hacia los orígenes en la costa de la Columbia Británica, en Canadá, y en Perú.
Así, mientras trabajaba en el Museo de la Columbia Británica, Thor publicó "Indios Americanos en el Pacífico", donde sustentaba que la Polinesia había sido poblada por dos olas sucesivas de inmigrates.
La investigación sugería que la primera ola llegó proveniente del Perú y las islas del Este, en balsas de madera. Años después, un segundo grupo étnico llegó a Hawaii en canoas, proveniente de la Columbia Británica.
La pasión de Hayerdahl por su trabajo aumentó a medida que sus investigaciones progresaban, sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-45) lo hizo detenerlas y regresar a Noruega como voluntario para las fuerzas de Liberación, donde sirvió como paracaidista en una unidad de Finnmark.
En 1947, después de la guerra, el explorador intentó probar su posición viviéndola. Así es como, acompañado de cinco personas, viajó a Kon-tiki en una balsa hecha tal y como la hubieran hecho los emigrantes de aquellos años.
De esa manera probó que los aborígenes sí pudieron tener habilidades desarrolladas para la navegación en alta mar, y por lo tanto, la posibilidad de que los antiguos peruanos fueran los pobladores de la Polinesia.
En 1952, como continuación a la exitosa expedición Kon-tiki, el amante de la exploración dirigió una expedición arqueológica noruega a las Islas Galápagos, donde él y su grupo se encargó de investigar los vestigios prehispánicos.
Paralelamente, el estudioso en zoología trabajó con expertos en el redescubrimiento de la guara, medio de navegación que los indios del Perú y Ecuador utilizaron, y que llegó a demostrar que los antiguos pobladores de Sudamérica tenían los medios tecnológicos para hacer viajes largos a través del Pacífico.
En 1955, Heyerdahl encabezó una expedición a la isla de Pascua, en donde tras exploraciones del subsuelo, averiguaron que la isla tuvo una gran cantidad de bosques que fueron deforestados por sus habitantes.
Las investigaciones también probaron que la isla fue ocupada cerca de mil años antes de lo que los científicos creían. Además, se encontraron esculturas de piedra similares a las de la cultura peruana.
En 1961, en el Décimo Congreso del Pacífico en Honolulu, Thor presentó sus investigaciones, por las que recibió medallas, premios y condecoraciones.
En los años 1990 se interesó en las pirámides de piedra de las islas Canarias, fijó su residencia en Tenerife y fue uno de los grandes impulsores del parque etnográfico de las pirámides de Güímar, situado al sur de la isla y que se inauguró en 1998.
Un asteroide (2473 Heyerdahl) recibió su apellido en su honor.
Miembro regular de varios encuentros científicos y del Congreso Internacional de Antropología y Etnología, Heyerdahl falleció el 18 de abril de 2002, a los 88 años de edad.
En una de sus últimas entrevistas queriendo comunicar la importancia de proteger la Tierra dijo:"Ahora estoy muy interesado por los movimientos ecologistas. Están ayudando a abrir los ojos del mundo. Sólo tenemos un planeta, y no podemos ser tan estúpidos de destruirlo antes incluso de conocerlo totalmente"
Fuente: SHOW/Notimex
Wikipedia