Una gran masa de agua muy caliente atravesó hace unos meses la región oriental del Océano Índico e hizo desaparecer algunas de las algas de las que se alimentan los corales
El tercer cambio brusco de temperatura de los océanos registrado en doce años está acabando con los arrecifes de medio mundo, ha alertado el biólogo marino australiano Andrew Baird.
«Parece que se está repitiendo el trágico blanqueo de corales de 1998, cuando perecieron el 16%», ha explicado a Efe Baird.
El proceso se debe al paso, hace unos meses, de una gran masa de agua muy caliente por la región oriental del Océano Índico que hizo desaparecer algunas de las algas con las que los corales tienen una relación simbiótica y sin las cuales mueren de inanición.
La zona dañada abarca una distancia de unos 12.000 kilómetros, un tercio de la Tierra, desde las islas Seychelles hasta Palau, pasando por Indonesia, señala el biólogo.
El espacio incluye el famoso Triángulo de Coral, que comparten Malasia, Filipinas, Indonesia, Timor Oriental, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón. Pero no todos los países están afectados.
Los cambios en la Gran Barrera de Coral de Australia, de producirse, empezarán a notarse a partir de enero y febrero de 2011, cuando entren las corrientes de agua más templada.
El peligro principal es que se repitan los estragos de 1998 y 2002, cuando el 40 por ciento de los arrecifes del tesoro natural australiano quedó damnificado.
«Un 80% de las colonias de acróporas y un 50% del resto de especies han desaparecido desde que se inició el blanqueo este año», detalla Baird. Las consecuencias: la superficie de corales en la región puede reducirse de un 10 a un 50%, en cuyo caso tardaría años en recuperarse y perjudicaría a la industria pesquera local además de al sector turístico regional.
Por otra parte los gobiernos de Indonesia, Malasia, Filipinas, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y las Islas Salomón firmaron hoy un acuerdo con el objetivo de preservar el Triángulo de Coral, una suerte de Amazonas submarino de gran importancia ecológica y económica para estos países.
Los emisarios firmaron un documento en el que se comprometen a 'afrontar los peligros que afectan a los ecosistemas marítimos y costeros, así como a las pequeñas islas del Triángulo de Coral', a través del refuerzo de la cooperación multilateral en este asunto.
Los gobernantes asistentes pidieron que se incluya este asunto dentro de la agenda de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tiene previsto celebrar un encuentro en Copenhague el próximo diciembre.
Yudhoyono, Somare y Arroyo abordaron una potencial hambruna en sus países ligada a la sobreexplotación pesquera del Triángulo de Coral y se refirieron en concreto a la precaria situación que atraviesa el atún en la región, desde donde se exporta a todo el mundo.
El presidente indonesio aprovechó la ocasión para hacer pública su decisión de crear antes de 2020 una zona protegida en sus aguas territoriales que ocupará 20 millones de hectáreas.
El Triángulo de Coral abarca seis millones de kilómetros cuadrados y acoge la mayor reserva de la biodiversidad marina del mundo, a pesar de ocupar tan sólo el 1,6 por ciento de la superficie marina.
Esta suerte de 'Amazonas submarino' acoge el 76 por ciento de las especies de coral, el 37 por ciento de las especies de peces del coral y el 53 por ciento de los arrecifes de coral, además se ser una excelente zona de cría y paso fundamental para las migraciones de cientos de especies.