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10/03/2010

UN ESTUDIO DESCUBRE COMO AFECTA EL RUIDO A LA VIDA MARINA



Científicos europeos y estadounidenses consideran que han descubierto una forma revolucionaria de averiguar los efectos de sonidos de alta intensidad en mamíferos marinos como las ballenas y los delfines. El aumento del transporte marino, las prospecciones y explotaciones petrolíferas y las maniobras militares han aumentado el ruido en los océanos en los últimos años, según estos investigadores. Debido a que gran parte de su trabajo se centró en el empleo del sónar, confían en que la Marina utilizará el programa informático que han diseñado para decidir cuándo es seguro utilizar el sónar y cuándo no. Los descubrimientos se han publicado en la revista Public Library of Sciences (PLoS) ONE.

Los investigadores, procedentes de la Universidad de California - San Diego (USCD, Estados Unidos) y el Zoo Kolmården (Suecia), han desarrollado un método para observar los efectos del ruido en mamíferos marinos que integra computación avanzada, escáneres de tomografía computerizada por rayos X y métodos de computación modernos.

Con esta tecnología, los científicos pueden simular sonidos propagados por el espécimen virtual y desvelar interacciones entre el sonido y el mamífero. También pueden estudiar imágenes tridimensionales del interior de la cabeza de mamíferos como el zifio de Cuvier, una especie afectada por la contaminación acústica generada por ejemplo por un sónar.

«Nuestro software de análisis numérico puede utilizarse para realizar investigación fundamental sobre el mecanismo de producción y captación acústica de estos cetáceos, simular la exposición a niveles de presión acústica que serían imposibles en animales vivos o evaluar distintas estrategias de mitigación», explicó el profesor Petr Krysl, ingeniero de estructuras de la UCSD y desarrollador de los métodos de computación empleados en esta investigación. «Entendemos que nuestra investigación puede permitirnos comprender, e incluso llegar a reducir, los posibles efectos negativos del sonido de alta intensidad en organismos marinos», añadió.

«Los humanos introducen cantidades considerables de sonidos y ruidos en los océanos de todo el mundo» y esto puede provocar graves problemas pues «muchos organismos marinos emplean profusamente el sonido como principal método sensor debido a que la luz no penetra con facilidad en el agua», explicó el Dr. Krysl. Éste señaló que los investigadores concentraron su trabajo en el zifio de Cuvier porque «varios han quedado varados y han muerto por el efecto de sónar militar» y que «nuestros hallazgos sobre los mecanismos auditivos del zifio también se aplican al delfín mular y, sospechamos, a todo tipo de ballenas dentadas y quizás a otros mamíferos marinos».

El Dr. Krysl insistió en que el proyecto «amplía considerablemente el conocimiento de la biología básica de los mamíferos marinos» puesto que «la audición es una capacidad sensorial esencial para la vida bajo el agua, en la que el sonido se emplea para cazar, navegar y relacionarse socialmente». No obstante, añadió que la investigación llevada a cabo por el equipo posee una relevancia especial en relación a la necesidad del empleo del sónar por parte de la Marina.

Según el investigador de la UCSD, la Marina necesitaba esclarecer «si el sónar es seguro y en qué condiciones» y si «sería posible reducir su impacto en la vida marina y cómo se podría lograr dicha reducción». Insistió en que «no se podía dar una respuesta sin un conocimiento básico de la biología y la acústica de las criaturas oceánicas» y de ahí la importancia de la investigación.

El estudio contó con fondos del Jefe de Operaciones Navales de los Estados Unidos (CNO). Además, el Dr. Krysl afirmó que su equipo «continuará investigando esta línea científica en los zífidos y realizará experimentos de validación en el delfín mular». Añadió que también planean «perfeccionar los modelos para investigar la ruta acústica al completo, desde el agua oceánica hasta la entrada a la cóclea» y reveló que estos proyectos «abordan varios objetivos primordiales de la Marina con los que pretende comprender la demografía, los límites de exposición acústica y las estrategias de mitigación apropiadas por el bien de los recursos marinos vivos».

Fuente: Universidad de California - San Diego http://www.ucsd.edu/ ;
El siguiente vídeo es una denuncia a los ruidos en el mar.
El poder del sonar militar, los estudios sísmicos en el desarrollo de yacimientos de petróleo, el gas en el suelo marino, equipos industriales, el aumento de la navegación...el mar es un infierno de ruido. Un problema para las ballenas y los delfines, que tienen que hacer el uso de sonido para comunicarse y encontrar su alimento.
Los efectos van desde la pérdida de hábitat a la muerte de mamíferos marinos.
Vídeo publicado el 16 octubre 2010


Nota:
Los delfines son capaces de comunicarse entre sí (conversar) y conocer su medio ambiente (detectar su alimento y navegar) usando un sistema de sonar biológico.
Los delfines construyen así una “imagen sonora de su ambiente” con ayuda de los sonidos que emiten, a través de su aparato nasal complejo y de sus ecos producidos por el choque de las ondas sonoras en los objetos del ambiente, que reciben en su aparato auditivo interno a través de sus mandíbulas (Norris, 1966) en vez del oído externo, como hacen los mamíferos terrestres o aéreos (Chisoptera).

Los objetos del medio acuático que producen el eco pueden ser peces o calamares (presas o alimento) u otros delfines de la misma especie (comunicación entre ellos) o rocas, pendientes de playas o cañones submarinos (orientación en su navegación). Así los delfines tienen un sistema de sonar biológico, semejante al inventado por el hombre para navegar en el mar y en los ríos.

En otras palabras, los delfines escuchan el eco de sus sonidos y luego lo usan para determinar la dirección, distancia y estructura del objeto que refleja el sonido o produce el eco; es decir son capaces de eco-ubicar objetos en el medio acuático (Echolocation).