Durante 12 meses, desde diciembre próximo, científicos de la Fundación Biomar monitorearán con sistemas de posicionamiento satelital (GPS) los desplazamientos de las ballenas jorobadas que frecuentan el Área Marina Costera Protegida Francisco Coloane. Este parque marino está situado al sureste de la isla Carlos III, en el Estrecho de Magallanes, a seis horas de navegación desde Punta Arenas.
El objetivo es determinar con precisión cuáles son las áreas que más habitan en el entorno, información que se empleará tanto para conocer mejor la protección que requiere la especie, como para dar a los operadores turísticos la certeza de que en determinadas áreas habrá una observación casi garantizada de estos animales.
Actualmente, las probabilidades de avistamiento de ballenas jorobadas durante un tour alcanzan a 80%, pero gracias al estudio podrían aumentar, dice Roberto de Andrade, presidente de la fundación. La iniciativa cuenta con el financiamiento de Petrobras Chile y es el primer proyecto patrocinado por esta compañía para proteger esta especie fuera de Brasil.
Dos destinos
"Se trata de una colaboración entre el mundo científico y el empresarial en torno a un uso no letal de la especie", explica De Andrade..
La idea es aplicar protocolos de acercamiento máximo de las embarcaciones para evitar estresar a los animales.
Además, los marcadores GPS permitirán conocer los desplazamientos a grandes distancias. Durante el invierno las ballenas jorobadas migran a aguas más cálidas, como las costas de Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador. "Llegan en diciembre, pero a veces se adelantan o se atrasan".
El marcaje, que se realizará con el apoyo de científicos del Instituto Antártico y del Centro de Estudios del Cuaternario, se hará en enero y ya están seleccionando el tipo de marcas que emplearán. "Usaremos las que produzcan menor impacto", indica.
"En estudios anteriores fotoidentificamos 90, pero estimamos que debería haber 120. Ahora, con más recursos podremos muestrear mejor el área y esperamos a fines de 2011 poder decir que contamos con una población mínima de 150 ballenas", dice Anelio Aguayo, investigador jefe del proyecto.
"Lo más interesante es que un proyecto anterior ya nos indicó que ninguna de las ballenas jorobadas que llegan a alimentarse a esta zona alcanzan la Antártica", destaca Aguayo. Es decir, Magallanes no es una zona de paso entre las aguas tropicales y polares, sino que un destino.
Según la teoría de los científicos, las ballenas de la reserva Francisco Coloane tendrían como sitio de reproducción las costas de Panamá y Costa Rica, mientras que las que llegan a la Antártica provendrían de Colombia y Ecuador. Eso implica, dice Aguayo, dos poblaciones distintas. Fuente: http://www.mardechile.cl/
Ballena jorobada o yubarta / Humpback Whale |