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9/01/2010

CREAN EN PANAMÁ SANTUARIO NATURAL PARA TOTUGA LORA, EN RIESGO DE EXTINCIÓN



La Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá declaró la playa La Marinera, en el distrito de Tonosí, 350 kilómetros al suroeste de la capital, santuario para la protección y conservación de la tortuga lora, en peligro de extinción.La Lora (Lepidochelys olivácea) es la única que anida en grupo y únicamente lo hace en el Pacífico.

"Con la declaración de zona de reserva, la playa La Marinera se convierte en un área de investigación y de desarrollo para el monitoreo y el estudio de la tortuga Lora", dijo a la AFP Marino Ábrego, coordinador del programa nacional de tortugas marinas de la Arap.

Además de la Lora, en Panamá se encuentran otras cuatro especies de tortugas tanto en el Pacífico como en el Caribe: Carey, Canal, Cabezona y Blanca o Verde.

Las playas La Marinera e Isla Caña (también declarada área protegida) en el mismo distrito, son de las pocas en el mundo donde se pueden observar en época lluviosa a miles de tortugas llegando a desovar a la arena.

Según los expertos, las tortugas buscan esta zona en la península de Azuero (el punto más septentrional de Panamá) porque la plataforma continental es más corta y las aguas cercanas a la costa son más profundas, además de la oscuridad propia de estos parajes que facilita la anidación.

"La idea es convertir esta estación en un centro de investigación de quelonios marinos del Pacífico de Panamá", dijo Ábrego sobre esta playa, de 700 metros de arena rodeada de rocas, flanqueada por un paisaje selvático donde habitan mapaches, coyotes, garzas, gavilanes, monos y cangrejos.

El número de tortugas que regresa a la playa donde nacieron hace 25 años ha descendido, según los expertos. Allí abren un hueco con las patas traseras y depositan cerca de 100 huevos en cada desove.

"El mayor peligro para las tortugas ahora es el ser humano. Aquí han llegado tortugas enganchadas con anzuelos, que les faltan extremidades o con golpes en el caparazón por pelaje de barcos", dijo a la AFP Jacinto Rodríguez, de Conservación Internacional, quien trabaja desde hace años en esta estación.

A ello se suma la depredación de los 'hueveros', nombre con el que se conoce a las personas que sacan los huevos de los nidos para venderlos.

Se estima que sólo un 1% de neonatos llegan a la edad reproductiva, producto también de la propia depredación de coyotes, gallotes o cangrejos.

En lo que va de año, alrededor de 2.000 tortugas llegaron para anidar, lejos de las 30.000 que lo hicieron en 2008.

Fuente: NT24